Imágenes como estas son las que me hacen viajar al pasado y me traen el recuerdo en estas fechas. Cuando era niño (ahora las cosas han cambiado), los días de la Navidad se veían los borrachos por la calle cantando los villancicos, y, en las casas, eran frecuentes las reuniones hasta altas horas de la noche comiendo y cantando.
Grupos de campanilleros recorrían las calles y venían de todos los pueblos de la provincia
Hay cosas que nunca olvidamos. Cuando era un niño y vivía con mis padres y mis tres hermanos, yo dormía en una habitación que daba a la calle que podía ver por la ventana. En estas fechas navideñas, aparte del jolgorio natural de las fiestas y de las visitas a los nacimientos (eran otros tiempos), la gente acostumbraba a formar reuniones de familias y celebrar, después de la cena, la Navidad con canciones apropiadas al evento que se conmemoraba.
Recuerdo que siempre me quedaba dormido y, casi arrastras, podía llegar a la cama que cogía con tantas ganas que era llegar a ella y caer en profundo sueño. Generalmente, era despertado al amanecer por algunos que seguían la fiesta por las calles cantando a voz en grito y, una de aquellas cancioncillas, nunca me dejó, cuando llegan estos días, su recuerdo vuelve y, como cuando era pequeño, vuelvo a oír aquellas voces cantar:
En cada lugar tienen su costumbre de celebrar el Año que se va y el que viene
“el año nuevo ya viene
el año viejo se va
y nosotros nos iremos
y no volveremos más”
Eran cantares muy tristes
con un fondo de verdad
no había temor a la muerte
era cosa natural
tampoco miedo a la vida
la sabían disfrutar
Se reunían en la mesa
esa mesa familiar
donde siempre había un lugar
no faltaba nunca un pan
A las doce se reunían
en la plaza principal
zambombas y panderetas
turrones y mazapán
Todo el mundo se abrazaba
se daban besos de paz
algunos se emocionaban
no dejaban de llorar
ni tampoco de cantar
El recuerdo de una pena
tal vez de felicidad
un amor que se ha perdido
un familiar que no está
El año viejo se ha ido
y nunca más volverá
Los años se van volando
las vida los ve pasar
El Nuevo año ha llegado
todo el mundo a festejar y,
cuando pasa la euforia,
todo el mundo a trabajar.
¡Feliz Año Nuevo! a todos los amigos de este lugar.
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Con la que estamos pasando, muchos serán los que no tengan ganas de fiesta. Sin embargo, lo que procede es mirar adelante y vencer los malos momentos. A todos los amigos les recomendamos que:
- No dejen pasar la oportunidad de decirle a la persona amada cuanto la queremos.
- Visitar al hermano que no habéis visto desde hace años.
- Ayudar al que lo necesita sin esperar nada.
- Es triste mirar hacia atrás y, al recordar, decirte a ti mismo… ¡Si hubiera…!
- Tened la mentalidad del sacrificio para conseguir lo que perseguís… ¡Nada se regala!
- Y, sobre todo, pensad que todos somos uno. Respiramos el mismo aire, pisamos el mismo mundo, venimos y nos vamos de la misma manera,,, ¿Por qué tanta desigualdad?
Dar Amor a nuestros mayores
La vida es corta, muy corta, y, si no tenemos claras las prioridades, cuando queremos darnos cuenta…¡es tarde! No siempre se puede rectificar y, algunas veces, cuando se hace a destiempo, los efectos pueden ser contrarios a los esperados. Pensad que no siempre lo mejor es lo más caro, ni la felicidad se compra con tesoros.
Si quieres te querrán y, como decimos en física, todo es causa de lo que antes pasó, es su consecuencia.
¡Sed felices!
emilio silvera